Todo esto surgió de una imagen en bruto, en una película de bajo presupuesto del año pasado, llamada “Winter’s Bone“, protagonizada por la señorita Lawrence como una adolescente estoica en busca de su padre en un amenazante mundo de los narcotraficantes Ozark. Ahora, Lawrence aparece en el grupo de superhéroes de “X- Men: First Class“, que se estrena la semana que viene. La habilidad de su personaje mutante es imitar la apariencia de cualquiera junto con el dolor consciente de tener la piel escamosa y azul y ojos amarillos.
Mientras el perfil de Lawrence despunta, ella también se preocupa sobre la percepción pública y la superficialidad. Empezó con una carrera artística a los 14 años, cuando dejó su hogar en Louisville, Ky, después de ser fotografiada por un caza talentos en una calle de Nueva York. La semana pasada, el día en el que dejó Carolina del Norte para empezar a rodar “Los Juegos del Hambre“, habló sobre crecer, odiar la escuela, ser descubierta y tener dudas.
Tu personaje en “X-Men” es el primero en un traje que transforma tu apariencia. ¿Fue diferente actuar así?
La actuación es la misma, pero tengo que ser consciente de mi cara. Nunca antes había tenido que hacerlo, por lo cual siempre me quejo cuando veo una película, porque cuando sonrío puedes ver cuán grandes son mis mejillas. Pero cuando estás con este maquillaje, tus dientes son fluorescentes, y si elevas tus mejillas demasiado, las escamas se te meten en los ojos. Durante un tiempo me hicieron llevar esas lentillas que son terribles. Eran como cáscaras de huevo. Apenas podía ver y parecía que había un muro entre la cámara y yo misma. Admiro a esas actrices que se ven tan guapas todo el tiempo. Naomi Watts. Cuando llora también está increíble. Cuando yo lloro, parezco un ornitorrinco.
¿Cómo encaja una película como ésta en los planes de tu carrera?
Diré esto realmente gustándome la película y a todo el que ha estado involucrado en ella: encaja en mi carrera como la sesión fotográfica que hice para Esquire, donde es una buena decisión a nivel de negocios y me da más atractivo internacional. Por lo cual tengo más oportunidades de hacer películas que me gustan.
A todo el mundo le gusta la idea de una estrella de Hollywood siendo descubierta. ¿Qué fue lo que lanzó tu carrera?
Mi madre y yo estábamos viendo un baile en mitad de la calle y un chico preguntó si podía sacarme una foto. Esa imagen fue entre todas estas agencias de actuación y modelaje, y entonces volvimos a Kentucky donde rogué a mis padres cada día que me dejasen intentarlo.
¿Estabas camino de ser modelo?
El director de una agencia de modelos me dijo que tenía que elegir entre ser una actriz muerta de hambre o una súper-modelo. Pensé que era una pregunta real. No me di cuenta de que estaba siendo sarcástico y respondí que quería ser una “actriz muerta de hambre”.
Mirando atrás esta parece ser una decisión obvia, pero debió ser una situación muy estresante para tu familia.
Mis dos hermanos dijeron, “Mamá fue a todos nuestros partidos de béisbol y futbol y viajó por todo el país por nosotros. Ella también lo haría por nosotros si fuese deporte. Este es el deporte de Jen“.
Terminaste la escuela media, pero obtuviste el GED (General Educational Diploma) por tu cuenta. ¿Te has llegado a imaginar alguna vez como hubiese sido el instituto?
No hubiese sido feliz allí. Mi madre siempre dijo que la escuela me cambió. Pasé de ser esta niña feliz a tener problemas de ansiedad. Solía tener esas estúpidas contracciones. Todo el mundo podía entender lo que ponía en la pizarra pero yo me sentía estúpida todo el tiempo que estaba en la escuela.
¿Actuabas por aquel entonces?
No. Era una lectora obsesiva. No me di cuenta hasta después que fue el amor a contar cuentos lo que me hizo adorar las películas. Solía coger los libros de Judy Blume de mi madre. Me encantaba Philippa Gregory. Me encantó “Matar a un ruiseñor“.
Cuando te ofrecieron el papel protagonista en “Los Juegos del Hambre”, ¿sentiste que te enfrentabas a una bifurcación en tu camino?
Tengo el gusto de la fama de los Oscar, y no me gustó. Es algo terrible decirlo, porque es un honor tremendo. Pero pasé de ser una Jennifer normal a ser parte de estas fiestas en las cuales no puedo ser la chica haciendo bromas tontas en una esquina. Todo el mundo me trata diferente y me habla de diferente manera, y sé que están mintiendo, y que me están haciendo la pelota. Fue un tiempo muy raro el ser presentado (a un papel) que podría hacerme la persona más famosa de mi edad en un año. Recuerdo estar sentada en una cafetería en Londres pensando, que si decía que sí al trabajo, el año que viene la gente allí sentada estaría sacándome fotos con sus teléfonos. Y no podría verle un lado bueno. Pero no quería decirle no a un guión que me encantaba por estar asustada.
El rodaje de la película está a punto de comenzar. ¿Tienes los nervios del primer día?
Con la actuación, me siento bien, pero empezar una nueva película es terrorífico. ¿Les caeré bien? ¿Tendré amigos? ¿Será malo el director? Todos se irán de cena pero no me invitarán. Y es así a cada momento.
Un amigo me dijo que cogiese a uno de mis mejores amigos para que fuese mi asistente personal, lo cual fue un consejo brillante. Es constante y ella siempre me recuerda a mi hogar.
Estuviste en “The Beaver”, dirigida por Jodie Foster, quien creció en el centro de atención. ¿Recibiste algún consejo de ella?
Todo lo que aprendí de ella fue observándola. Es la única persona que he visto que es sólo normal. Todo el tiempo que la veía me decía, “Déjame terminar así”. No estoy preocupada sobre ser agradable. Quiero ser más que agradable: quiero ser normal.
¿Qué tipo de actriz quieres ser?
Ser actriz es una parte pequeña de lo que quiero ser. Quiero hacer películas, como los hermanos Coen o Adam KcKay, y quiero ser una actriz como Meryl Streep, y quiero ser una madre como la mía y conducir una mini furgoneta.
Fuente: TheWallStreetJournal vía Mockingjay
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