Es la estrella del momento, la actriz a la que todos los estudios desean reclutar, la figura más codiciada por las revistas, la chica cuyos pósteres empiezan a copar las paredes de las habitaciones de los adolescentes.
Jennifer Lawrence está logrado lo que hasta hace poco parecía una quimera: desplazar a Kristen Stewart en lo más alto de las listas de popularidad entre el público juvenil. Y lo está consiguiendo a base de talento y, claro está, bendecida por la diosa fortuna.
La razón más inmediata de tan apabullante éxito hay que buscarla en 'Los juegos del hambre', adaptación cinematográfica de la popular saga de novelas escritas por Suzanne Collins que se ha convertido en el taquillazo del año en la cartelera estadounidense -recaudó 152,5 millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición y ha amasado ya más de 300 millones- y que llegará a los cines españoles el 20 de abril.
La cinta, dirigida por Gary Ross, está ambientada en un mundo post-apocalíptico en el que los Estados Unidos han sido devastados tras una sucesión de guerras, lo que ha convertido a la otrora superpotencia en una nación denominada Panem donde impera la pobreza y en la que el poder lo ejerce con mano de hierro un gobierno denominado el Capitolio.
El territorio está dividido en doce distritos -hubo un decimotercero, pero fue aniquilado- y para que nadie olvide que los terribles días en los que unos luchaban contra otros no deben volver jamás, el Capitolio organiza cada año una macabra competición retransmitida por televisión en la que un chico y una chica de cada distrito deben enfrentarse por sus supervivencia: el ganador será colmado de riquezas mientras que al perdedor se le acabará la existencia.
Lawrence interpreta en la cinta a Katniss Everdeen, una joven de 16 años que se ve obligada a arriesgar su vida a diario con el fin de llevar comida con la que alimentar a su madre enferma y a su padre. Cuenta con la ayuda en esta empresa de Gale Hawthorne (Liam Hemsworth) su mejor amigo. Katniss desafía las normas cruzando una y otra vez la alambrada del distrito doce para cazar en el bosque. Valiente como pocas, es la candidata perfecta para una lucha a muerte.
En el 'star system'
Con semejantes ingredientes, 'Los juegos del hambre' es el nuevo filón, la saga destinada a recoger el testigo de 'Harry Potter' y 'Crepúsculo', sin olvidar a 'El Señor de los Anillos' y 'Juego de Tronos'. Para su protagonista, supone la entrada definitiva en el 'star system'.
El ejemplo más palmario lo tuvimos hace unos días, con una pelea entre 20th Century Fox y Lionsgate a cuenta de la nueva estrella. Finalmente, el primero de esos estudios se ha visto obligado a retrasar el inicio del rodaje de la segunda parte de 'X-Men: Primera generación' hasta enero de 2013, de forma que Lawrence pueda completar su trabajo en 'Catching Fire', la secuela de ‘Los juegos del hambre’, que comenzará a filmarse entre agosto y septiembre de este año.
La duda ahora es si la nueva joya de Hollywood sabrá compatibilizar adecuadamente los productos destinados al consumo masivo con otros de más difícil digestión pero que, a la postre, son los que marcan la diferencia entre el brillo efímero y la gloria definitiva.
Con apenas 21 años, Lawrence podría quedar deslumbrada por los focos que apuntan a su rostro. Pero hay más de un dato en la biografía de esta joven natural de Louisville (Kentucky) que mueve a la esperanza.
Una agenda repleta
Apasionada de los deportes, a los 14 años hizo las maletas y se fue a Nueva York en busca de materializar su sueño de triunfar en el mundo de la actuación. Deslumbró a los agentes ante los que se presentó y no tardaron en llegarle las ofertas para aparecer en anuncios. El siguiente paso fue la televisión. Se mudó a Los Ángeles y empezó a intervenir, con pequeños papeles, en series como 'Monk', 'Médium' o 'Caso abierto', y fue miembro del elenco de 'The Bill Engval Show' por espacio de dos años.
Su estreno en la gran pantalla se produjo en 2008 con dos cintas de rápido consumo -'Garden Party' y 'The Poker House'- y una de mucho mayor empaque, 'Lejos de la tierra quemada', la opera prima como director del mexicano Guillermo Arriaga, una de esas tramas elaboradas a partir de historias cruzadas tan queridas por el guionista de 'Babel' (Alejandro González Iñárritu, 2006).
Allí compartió créditos con Kim Basinger -una de las grandes 'sex symbols' de los ochenta- y con Charlize Theron -entre las más deseadas del planeta desde que protagonizase uno de los más inolvidables anuncios de Martini- a finales de los noventa. La intensidad con la que la adolescente a la que ponía rostro Lawrence luchaba por mantener viva su historia de amor con un joven interpretado por J. D.
Pardo le sirvió para marcar un gol de lo más difícil: robar parte del brillo a dos de las estrellas más brillantes del firmamento hollywoodiense.
Con 'Winter's Bone' le llegó la consagración definitiva. El drama, dirigido por Debra Granik, fue una de las grandes sorpresas cinematográficas de 2010, una película de bajo presupuesto que triunfó en el Festival de Sundance y que, a partir de ahí, acumuló elogios, premios y nominaciones. A Lawrence le valió, entre otras, la candidatura al Globo de Oro a la mejor actriz y, sobre todo, al Oscar en el mismo apartado. La estatuilla dorada acabó en manos de Natalie Portman, pero Jennifer, con apenas 20 años, ya jugaba en las grandes ligas.
Su escalada apenas está comenzando. Además de en 'Los juegos del hambre', próximamente la veremos en 'Devil You Know', un thriller en cuyo reparto figuran también Lena Olin y Rosamund Pike; 'House at the End of The Street', una cinta de terror dirigida por Mark Tonderai; y 'The Silver Linings Playbook', junto a Robert De Niro, Bradley Cooper y Julia Stiles. Para 2013 quedarán 'Serena', a las órdenes de la danesa Susanne Bier y nuevamente al lado de Bradley Cooper, y las ya mencionadas secuelas de 'Los juegos del hambre' y 'X-Men: Primera generación'. Una agenda que para sí quisieran muchas actrices.
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