Un mes después, la actriz intenta pasar página. "El tiempo cura. Ya no lloro más por ello. Ya no puedo estar enfadada. No puedo dejar que mi felicidad dependa de que pillen a esa gente, porque pueden no hacerlo [detener a los hackers]. Necesito encontrar mi propia paz".
Lawrence es la portada del número de noviembre de la edición estadounidense de Vanity Fair. Durante el verano, la actriz había posado ante la cámara de Patrick Demarchelier y había sido entrevistada para la publicación, así que cuando saltó el caso volvieron a reunirse con ella para que Lawrence tuviese la oportunidad de hablar del caso.
Cuenta que cuando comenzaron a circular las fotografías se planteó emitir un comunicado. "[Pero] cada palabra que intentaba escribir me hacía llorar o enfadarme. Empecé escribiendo una disculpa, pero no tengo nada por lo que pedir perdón. Estaba en una gran relación de cuatro años. Era [una relación] a distancia y o tu novio va a ver porno o va a mirarte", defiende.
Lawrence -muy sensual en la portada- reafirma su derecho a decidir cuándo muestra su cuerpo: "Sólo porque sea una figura pública, sólo por ser una actriz, eso no significa que haya pedido nada de esto. No significa que venga con el trabajo. Es mi cuerpo y debería ser mi elección [mostrarlo] y el hecho de que no lo sea es totalmente asqueroso. No puedo creer que vivamos en esta clase de mundo", defiende la actriz, según lo avanzado por la revista, que sale a la venta en EEUU esta semana.
"[Esto] no es un escándalo. Es un crimen sexual. Es una violación sexual. Es asqueroso", prosigue la actriz, quien arremete contra quienes han buscado sus fotografías íntimas, al igual que las de otras estrellas.
Además, la actriz pide que el peso de la ley caiga sobre quienes se han lucrado con sus imágenes. "La ley debe cambiar y nosotros tenemos que cambiar. Por eso esas webs son responsables", asegura la actriz.
Sus fotografías íntimas fueron difundidas inicialmente por las webs 4Chan y Reddit. Además, la abogada de famosos Martin Singer -quien representa a una docena de actrices, deportistas y modelos afectadas por el escándalo- ha amenazado con demandar a Google por no haber hecho todo lo posible por eliminar las imágenes e incluso lucrarse de ello.
Uno de los peores tragos fue para la actriz llamar a su padre y contarle lo ocurrido. "No me importa cuánto dinero he ganado con 'Los juegos del hambre'. Te lo juro, a cualquiera que le de la opción de esa clase de dinero o hacer una llamada y contarle a tu padre que algo así te ha sucedido, no lo vale". "Afortunadamente -añade con humor- estaba jugando al golf y estaba de buen humor".
Fuente: elmundo
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