De vez en cuando se presenta un tema que llama poderosamente la atención a muchos espectadores, que se vuelcan en masa a las salas de cine generando un fenómeno de taquilla conocido en el norte como “blockbuster”.
Se trata de “Los juegos del hambre” (The hunger games), una cinta que ya ha recaudado –en apenas un mes- cerca de $ 600 millones de dólares a escala mundial, algo excepcional tratándose de una producción con un presupuesto de apenas $ 78 millones.
La película se basa en una novela de la escritora Suzanne Collins publicada en 2008, y que vendió en su primer año más de medio millón de ejemplares en inglés, siendo traducida luego a varios idiomas. En fenomenal éxito sólo es comparable a la saga de “Crepúsculo”, que también arrasó tanto en las librerías como en la taquilla mayormente por su popularidad entre el público joven.
Una trama creíble y premonitoria
El atractivo del filme es básicamente su trama futurista, ambientada en un país norteamericano de fines de siglo XXI, después de que ha sufrido un fuerte trauma debido a su exceso de población y una escasez de recursos y alimentos, que obliga a los actuales gobernantes totalitarios a escenificar periódicamente juegos donde doce parejas jóvenes combaten a muerte entre sí, al estilo de los gladiadores romanos, todo para ejercer un perverso y necesario control de la natalidad.
Además de entretener con las peripecias de la selección de los jóvenes y sus violentos enfrentamientos, la autora –una guionista con una valiosa experiencia televisiva- quiso hacer una novela premonitoria de lo que podría ocurrir si sigue el actual ie irresponsable crecimiento poblacional en el planeta, que llegó hace poco a la elevada cifra de siete millardos de seres, triplicando con creces la población existente en las primeras décadas del siglo XX.
Animada por la receptividad de la novela, Collins participó en la producción de la versión fílmica, dirigida por Gary Ross, y escribió en seguida una secuela, que tituló “Catching fire” (aquí, “En llamas”), mientras otra secuela ya está en borrador para completar su proyectada trilogía. Obviamente, ya se planifican versiones cinematográficas de ambas secuelas, la primera programada para estrenarse a principios de 2013.
Algunos críticos señalaron que Collins tomó la idea de una novela japonesa de Koshun Takami titulada “Battle royale”, también llevada al cine en el 2000 poco después de la edición literaria.
De todos modos el tema post-apocalíptico tampoco es tan novedoso, pues hace un par de años vimos a Will Smith en “Soy leyenda”, un remake de “El hombre Omega”, sin olvidar otros conocidos filmes que enfatizan las penurias de una futura civilización, como “Cuando el destino nos alcance”, “El señor de las moscas”, “Blade runner”, sin olvidar el indispensable “1984” y el clásico silente del cine alemán, “Metrópolis”.
Nace una ambiciosa estrella
El reparto de la cinta tiene a actores jóvenes y poco conocidos, liderados por Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y Liam Hemsworth, un trío que –a poco tiempo del estreno- ya disfruta de una súbita celebridad de igual manera que sucedió con el reparto actoral de la saga de “Crepúsculo”. Para colocar algunas caras conocidas y darle visos de seriedad a la producción, están acompañados por tres veteranos, Donald Sutherland, Woody Harrelson y Stanley Tucci.
En particular, Lawrence adquirió una súbita fama por su rol de la heroína Katniss Everdeen de “Los juegos del hambre”, clasificándose ya entre de las cinco estrellas más buscadas en el portal de cine IMDB, junto a luminarias como Johnny Depp, Natalie Portman, George Clooney y Ryan Gosling.
Una celebridad impresionante lograda en poco tiempo, considerando que Lawrence exhibe una escasa filmografía, aunque saltó a la fama hace un año con una película bastante elogiada por la crítica, titulada “Lazos de sangre” (Winter’s bone), que fuera postulada al Oscar de 2011. Lawrence ganó menos de $ 12.000 por su trabajo pero obtuvo una nominación de la Academia como mejor actriz, algo inusual para una principiante de 22 años.
Por “Los juegos del hambre” obtuvo su primer millón de dólares, entre salario y comisión, y ya puede darse el lujo de exigir $ 5 millones por las secuelas, teniendo entre sus proyectos inmediatos a thrillers como “El diablo que conoces”, y “La casa al final de la calle”.
Esto, además de una cinta dramática sobre una esposa estéril en plena depresión de los años 30, titulada “Serena”, donde se lucirá junto al recio Bradley Cooper y donde ella apunta a ganarse el Oscar que no pudo lograr en 2012. No hay duda que esta hermosa rubia tiene un prometedor futuro en Hollywood.
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