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lunes, 25 de noviembre de 2013

Sam Claflin habla de Finnick Odair y ‘En Llamas’ con The New York Times

Como parte de la promoción de En Llamas, que llega a los cines del mundo esta semana, el actor británico Sam Claflin habló con The New York Times acerca de la película, su personaje, su inseguridad y las bromas en el set.

¿Qué se siente interpretar a un personaje que existe tan vivamente en la mente de los fans?
Estos libros son tan poderosos, y los fans son tan apasionados, que obviamente todos los fans habían leído los libros y tenían una idea en su imaginación de cómo debía verse Finnick. Creo que pribablemente tres personas en el mundo entero pensaron que debería ser you.

¿Por qué tú no?
En verdad no tengo la confianza que él tiene en su propio cuerpo. No era rubio, ni bronceado y no tenía un six pack. No soy uno de esos chicos que va a la playa y felizmente se quita su playera. Personalmente me relaciono con su lado sensible e inseguro. Pero hubo una enorme transformación física para mí — mucho ejercicio y dieta. Y entre más me parecía a Finnick, más seguro me sentía por primera vez.

¿Qué tanto te tomó acostumbrarte a correr a través de la jungla de Hawaii con un tridente en la mano?
Había dos tridentes diferentes. Uno era de petal, súper pesado y muy difícil de maniobrar. El otro era de hule —aparte del palo— y era más seguro para mí y para todos alrededor mío. Corría a través de terreno difícil tratando de maniobrar mi tridente entre las hierbas. Era como letal.

Describe la revelación del regalo que Jeffrey Wright le dio a Jennifer Lawrence por su Óscar — una caja azul de Tiffany llena con grillos vivos.
Pensamos que la abriría en medio de la selva, pero se fue con él hasta el campamento base, se metió a su trailer y cerró la puerta. Después oímos un grito despavorido. Los grillos se metieron a su ropa y en todas sus cosas. [Risas] Bendita Jen, es desafortunadamente el blanco de muchas bromas.

Hay varias cuentas de Finnick en Twitter. ¿Alguna de ellas tuyas?
No. Pero acabo de abrir una cuenta en Instagram, y vi que había alguien fingiendo ser yo. Publicaban imágenes genéricas de un avión diciendo “Dejo Londres y voy para Los Ángeles”. O cosas sin sentido como “Estoy comiendo una naranja”. Tenía muchos seguidores. Pero me acerqué a ellos y dije, “¿Podrían parar?” y la dueña de la tienda se disculpó sinceramente.

Como parte del elenco te enviaron en tour de centros comerciales a lo largo del país. ¿Qué aprendiste acerca de los Estados Unidos en el camino?
Mi esposa y yo estábamos en Atlanta y fuimos a un supermercado. Estaba asombrado de lo enormes y perfectas que eran las frutas. Una uva es del tamaño de una de nuestras manzanas. Digo, “Los estadounidenses lo hacen más grande y mejor que todos los demás”. El hecho de que haya un parque temático en medio de Mall of America, eso es asombroso para mí.
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