Aclara que es cansador pero merece la pena y está muy emocionado por lo que hará después.
Desde NOW Toronto:
Josh Hutcherson les dará consejos sobre cómo besar, pero él probablemente rechinará los dientes durante toda la lección. El actor de 22 años de edad, estrella de Los Juegos del Hambre, a quien quizá sólo lo conozcan por Peeta, ya es un veterano en aguantar como un soldado las preguntas sobre besos, sexting y todo lo demás que acompañaría a su foto en Seventeen y revistas de esa calaña.
"Honestamente, todas esas revistas te preguntan quién es tu celebridad favorita, o cuál es la mejor manera de besar a alguien...yo estoy como, 'No es mi campo de experiencia,'" dice Hutcherson, riéndose de esas respuestas que terminan convertidas en tontos encabezados que él se rehúsa a dar.
"Lo más difícil de estas entrevistas es que hablan de cosas que simplemente no importan. Te sientes como que tienes que fingir un interés, y luego, de repente, no estás siendo tú mismo. Pero si estuviera siendo yo mismo, yo estaría como, 'Yo no quiero responder a eso.' Y entonces estaría siendo un imbécil. Así que es difícil."
Me abstengo de hacer preguntas acerca de besar a J-Law mientras Hutcherson se inclina hacia adelante con concentración y una regulada sonrisa, lo cual es bueno ya que su rostro en reposo parece de mal humor. Estamos en una habitación de hotel con vista al horizonte de la ciudad durante el Festival de Cine de Toronto, discutiendo el último esfuerzo de Hutcherson fuera de la larga sombra de Los Juegos del Hambre.
En el thriller Escobar: Paradise Lost, Hutcherson interpreta a Nick, un surfista canadiense que está bajo el ala del patrón de la droga en el mundo real. Nick fue escrito originalmente para ser irlandés, pero el actor no quería luchar con un acento tan desafiante, por lo que tomó la decisión de ser un Canadiense.
"Queríamos que fuera muy auténtico y no americano," recuerda Hutcherson. "Los estadounidenses vienen con el bagaje de un exceso de confianza - no es que los canadienses no sean confiados.’’
Tras su estreno, el elenco tuvo que defender la película de las acusaciones que indicaban que el film idealiza a Escobar, que ha sido interpretado por el carismático Benicio Del Toro antes de que la fachada se cayese para revelar la naturaleza monstruosa del patrón.
"Lo cosa que daba miedo de Escobar era que no era, obviamente, amenazante," dice Hutcherson. "Parecía un hombre de familia e hizo muchas cosas buenas para la comunidad pobre. Honestamente, hasta esta película, yo no sabía todas las cosas horribles que hizo. Tuve esta idea de él como un Robin Hood. Cuando investigué más, vi todas las cosas horribles”.
Vía: Panem Propaganda Traducción: Real or Not Real News
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